Comprar una casa sobre plano es una práctica habitual que a veces puede convertirse en un auténtico deporte de riesgo.
Hay mucho escrito sobre cómo comprar una casa sobre plano y asegurar una compra feliz desde el punto de vista económico, legal y contractual. Sin embargo, estos artículos (que por supuesto te recomendamos leer) dedican muy poco espacio al producto en sí. Te recomiendan que pidas planos y una memoria de calidades. Sin embargo, ¿es esto suficiente para saber qué estás comprando?
Lo mejor es extrapolar la adquisición de una vivienda a cualquier otra compra. ¿Comprarías un vestido o un traje viendo solo el dibujo y tocando un par de telas? ¿Te lanzarías a comprar un coche sin conocer la potencia del motor, sin valorar las dimensiones del habitáculo, o sin saber cuál va a ser el equipamiento completo? La respuesta mayoritaria seguramente sea no, y sin embargo con las casas, probablemente la mayor inversión de nuestra vida, nos lanzamos con los ojos cerrados a comprar con muy poquita información.
No te decimos que no compres sobre plano, pero sí que lo hagas con cuidado. Y para eso, además de a un abogado conviene escuchar a un arquitecto. Aquí tienes algunos aspectos que a lo largo de nuestra vida profesional nos hemos encontrado sistemáticamente en este tipo de transacciones:
Cuidado con el amueblamiento que propone la inmobiliaria en la planta que te facilita.
En el 100% de los casos a los que hemos tenido acceso, los muebles no están dibujados a escala lo que hace que imagines un espacio más amplio que el que realmente vas a recibir. Los arquitectos que dibujan las plantas no son interioristas y trabajan con bloques de mobiliario obsoletos, cuando no irreales. De hecho, a menudo manipulan sus dimensiones para encajarlos en la planta. No te dejes engañar; los sofás de 70 cm de fondo no existen.
Hemos visto salones de 16 m2 en los que había dibujado un conjunto de sofá 3+2 y una mesa de comedor para 8. Esto es imposible y a la hora de amueblar, confiar en estas propuestas puede llegar a darte auténticos quebraderos de cabeza. No es el primer cliente que llega a nosotras desesperado porque ha comprado los sofás que le proponen en la planta y ya no tiene sitio para nada más.
Pide el plano de cotas.
Lo ideal es que, además de la planta con las superficies, te faciliten un plano de cotas. Olvídate de los muebles que dibujan y mide los tuyos para ver si realmente caben. Aunque seguramente haya algunas variaciones cuando te entreguen la casa (es algo normal y razonable), los planos de cotas son mucho más fiables a la hora de que evalúes qué te va a caber y qué no.
Si no te entregan planos de cotas, usa las escalas gráficas que suelen traer los planos para valorar las proporciones. Si ni siquiera en los planos hay una escala gráfica, hay muchas medidas que pueden servirte como referencia. Las hojas de las puertas, por ejemplo, miden 72 cm. Los fondos de los armarios y los muebles de cocina miden 60 cm; siempre. Si te han dibujado un sofá con un fondo igual al de la puerta, ya sabes, el amueblamiento no es de fiar.
Pide un plano en el que figuren los radiadores y la instalación eléctrica.
Hazlo a ser posible, antes de comprar. Después, lo más probable es que te den largas y nunca llegues a conseguirlo. Tienes derecho a saber dónde estarán las tomas de corriente, de datos y de TV para valorar si son versátiles y te permiten varias distribuciones de mobiliario. Deben facilitarte los puntos de luz para que puedas calcular si son suficientes y si te interesa su ubicación. No es el primer propietario que estrena casa sorprendido de que no haya puntos de luz en el techo y todos estén en pared. Es abusivo vender una vivienda sin dar este dato de antemano y sin embargo pasa casi siempre. Infórmate bien
Solicita que te especifiquen las calidades con todos los detalles.
“Armarios vestidos”, por ejemplo, es un término muy ambiguo. Puede considerarse “vestido” un armario con una barra y un par de baldas pero ¿es eso realmente funcional? Lo mismo sucede con “baños equipados” y “cocina amueblada”. Son términos muy genéricos que dan para ríos de tinta. El equipamiento de los baños ¿incluye las mamparas, el mueble del lavabo y los accesorios? En un alto porcentaje de casos, no. Ten cuidado con esto. Asegúrate bien de qué es lo que vas a encontrar cuando abras la puerta de tu casa nueva.
Cocinas amuebladas; los regalos envenenados de las promotoras.
A las cocinas amuebladas les dedicaríamos un capítulo aparte. Nunca hemos visitado una “cocina amueblada” por la inmobiliaria que esté completa. En todos los casos van a mínimos y dejan un amplio espacio vacío en el que en muchas ocasiones no cabe una mesa, por mucho que en la planta aparezca dibujada. Casi siempre te facilitarán el dato de su proveedor de cocinas para que completes ese espacio con más muebles. Puedes hacerlo pero créeme, la pagarás mucho más cara de lo que te costaría si pudieses elegir tú libremente tu proveedor desde el principio. Son regalos envenenados. Ten cuidado y negocia una posible mejora de la cocina antes de comprar.
Asegúrate de cuánto puedes adaptar la vivienda, si es que es posible.
Si te proponen como incentivo la posibilidad de adaptar la vivienda, asegúrate de cuáles son los límites. No es lo mismo que te den cancha para cambiar la distribución o ampliar la instalación eléctrica, a que la propuesta de personalización se limite a dejarte elegir entre tres modelos de azulejo y dos de suelo. Infórmate también sobre qué sucede si no te gusta alguno de los elementos incluidos y quieres que te entreguen la casa sin ellos (la cocina de la que hablábamos antes, por ejemplo). Muchas veces no te descuentan el importe si no lo instalan y acabas quedándote algo que no te gusta por no pagarlo dos veces.
Toda esta información existe, otra cosa es que no te la quieran dar. Si la promoción está en una fase muy prematura, puede que solo dispongan de un Proyecto Básico. En ese caso, no tendrán planos con mucho detalle. En cambio, si la obra está empezada, no lo dudes, todos los planos están hechos. Segurísimo. No tienes por qué comprar una casa sobre plano sin estar bien informado.
Si lees esto demasiado tarde y tienes problemas para amueblar tu casa nueva, no te preocupes, aún puedes arreglarlo. Echa un vistazo a nuestros proyectos de interiorismo, llámanos y sacaremos el máximo partido posible a tu vivienda. ¡Todo tiene solución!