Trabajar en casa tiene muchas ventajas, pero también algunos inconvenientes. Os damos algunos consejos para crear una atmósfera agradable que os ayude a mejorar la productividad y que consiga que los «pros» superen a los «contras».
Es cierto que estar en casa nos da un poco más de libertad a la hora de organizar nuestros horarios, pero puede convertirse en un arma de doble filo si no cuidamos los detalles. Para evitar los efectos secundarios del trabajo en casa (los dos más famosos son «currando en pijama» y «no tengo horario ni fecha en el calendario»), lo ideal es que tengamos un espacio en nuestro hogar que sólo dediquemos a trabajar. Lo perfecto sería que este espacio fuese una estancia independiente, aislada de distracciones, donde podamos sentarnos el tiempo que dure nuestra jornada y desconectar del trabajo al salir por la puerta; un cuarto en que el desorden de nuestro puesto, no afecte a otra estancia de la casa y viceversa. Lamentablemente, no siempre es posible y tenemos que instalar nuestra oficina casera en algún rincón de espacios dedicados a otros usos.
Sea como fuere, lo ideal es conseguir un espacio en el que nos sintamos cómodos. Un sitio con el que nos identifiquemos, que nos resulte amable y acogedor (no olvidemos que vamos a pasar allí gran parte del día), que cumpla nuestra demanda de espacio y además nos permita mantener cierto orden. En este sentido, sed generosos con vosotros mismos y no dudéis en reorganizar el amueblamiento de la estancia para darle a vuestro puesto el mejor rincón posible. Ahí van algunos consejos:
- Busca la luz natural. No sólo porque te ayudará a ahorrar energía, también porque un espacio alegre y animado hará más ameno tu trabajo. Acerca tu mesa a la ventana y si tienes buenas vistas ¡disfruta de ellas!
- No instales el puesto en una zona de tránsito. Aunque puede que la mayor parte del día estés a solas, es probable que en algún momento del día haya alguien más rondando por la casa. Intenta huir de zonas de paso y trata de que tu «oficina» sea lo más íntima posible.
- El orden es fundamental, tanto de tu puesto, como del espacio en el que está. Evita por tanto zonas de juego y, si puedes, comedores y salas de estar de uso muy intensivo.
- Si vas a instalar el puesto en un dormitorio, intenta que no sea el tuyo (es preferible que sea el de invitados, si lo tienes). Si no puedes evitarlo, intenta separar visual y espacialmente el puesto de trabajo de la cama.
- No dependas de la iluminación general de la sala. Ten tu propia lámpara de trabajo con el tipo de luz que más se adapte a tus necesidades. Puede ser de sobremesa o de pie. Incluso de techo, recuerda que puedes desplazar los puntos de luz sin necesidad de hacer obras en casa.
- No descartes ningún hueco. Bajo la escalera o en una terraza cerrada puedes crear un rincón íntimo y de lo más acogedor.
Os dejamos con imágenes inspiradoras que a buen seguro os ayudarán a crear el ambiente de trabajo perfecto.
Si necesitáis más inspiración y queréis ver más imágenes, echad un vistazo a nuestro álbum «Homing Style» en Pinterest.