¿Qué tendrán los suelos de madera que nos gustan tanto? Nosotros lo tenemos claro: su belleza, su calidez única y la infinidad de acabados a elegir. Y siendo prácticos, lo bien que aíslan térmicamente. Un suelo de madera es bonito, resistente y proporciona confort a todos los niveles.
¿Estés pensando en reformar? Una de las elecciones más difíciles de tomar es el pavimento. Si optas por un suelo de madera (algo que sucede en el 95% de los casos) verás que la oferta en el mercado es muy grande y la información algo confusa.
Laminado, macizo, multicapa, encolado, tarima, flotante, sobre rastreles, acabado aceitado, barnizado… entre los diferentes tipos de piezas y las múltiples formas de colocación y acabados no es difícil perderse y terminar haciéndose un lío.
Hoy intentaremos ayudarte aclarando un poco estos conceptos. Te contaremos qué tipos de materiales existen, cuáles son los sistemas de colocación de cada uno, y cómo pueden ser sus acabados.
Aquí va la guía definitiva sobre suelos de madera.
TARIMA VS PARQUÉ; EL ETERNO DILEMA.
Quieres un suelo de madera; eso lo tienes claro. Entonces alguien te pregunta ¿tarima o parqué?
Cuidado con estos conceptos. Dividir el mundo de los suelos de madera en dos es una simplificación que solo puede generar confusión.
Está bastante extendido pensar que la tarima hace referencia al laminado colocado con sistema flotante machihembrado y el parqué a la madera natural pegada al suelo.
En realidad, la diferencia no es tal sino el tamaño y disposición de las piezas. El parqué está compuesto de piezas pequeñas, a menudo formando figuras geométricas, y los entarimados se componen de piezas más grandes, generalmente listonadas y colocadas sin formar dibujos, todas en el mismo sentido.
Dentro de eso, tanto uno como el otro pueden hacerse con piezas laminadas o de madera (macizas o multicapa) y fijarse al suelo de diferentes formas (flotante, encolado, sobre rastreles…), si bien es cierto que cada material tiene unos sistemas de instalación más específicos que otros. El parqué, por ejemplo, casi siempre se coloca pegado.
MATERIALES, SISTEMAS DE COLOCACIÓN Y ACABADOS.
Para aclarar un poco los conceptos, haremos una clasificación por tipos de material. En cada uno de ellos, veremos ventajas, inconvenientes y sistemas de colocación más habituales.
#01 SUELO LAMINADO. ECONÓMICO, VERSÁTIL Y FÁCIL DE INSTALAR. ESO SÍ, NO TE ENGAÑES: NO ES MADERA.
Aunque la apariencia es de madera, no lo es. Es un sistema multicapa compuesto de varias láminas de distintos materiales. La capa superior es transparente y resistente al desgaste, formada a su vez por varias capas de melamina prensadas. Se termina con un relieve que imita la madera para que su textura sea prácticamente idéntica.
Ventajas de los suelos laminados:
- Son más económicos que la madera.
- Si se eligen bien, son resistentes. La clasificación internacionalmente aceptada de la durabilidad de los suelos laminados es la clasificación «AC» o Abrasion Criteria (criterios de abrasión). Las clasificaciones AC de los laminados miden la resistencia al desgaste y originariamente iban de AC1 a AC5. Hoy se incluye el AC6, para el uso comercial muy intenso. Para uso residencial no recomendamos bajar de un AC3.
- Tienen un mantenimiento sencillo. Se pueden fregar con agua de manera frecuente.
- Son cálidos y agradables al tacto.
- Pueden usarse sin problema en baños y cocinas.
- Puedes elegir acabados con libertad; el efecto wengué no te va a salir más caro que el efecto roble.
En general, son suelos muy utilizado, con una buena relación durabilidad-precio. En los modelos de más calidad, la estética está bastante conseguida.ç
Inconvenientes de los suelos laminados:
- No es una madera.
- Olvídate de lijar, pulir, barnizar o aceitar. El laminado no admite reparación. Cuando se estropee una pieza, tendrás que sustituirla.
- Las piezas que se estropean lo hacen de manera manifiesta. Una madera agrietada puede resultar bonita. Un laminado rajado o golpeado, no.
En general no admite reparaciones, aunque las sustituciones son relativamente sencillas si conservamos algo de material de la obra.
Recomendaciones en suelos laminados. (Dependerán del presupuesto que manejes pero cuantas más puedas aplicar, mejor).
- Elige mejor formatos alargados de tablas individuales, son más realistas.
- Asegúrate de elegir un modelo con textura que evoque realmente una madera. Los modelos más económicos son lisos y el “efecto madera” está poco conseguido.
- Consulta el número de piezas diferentes que facilita el fabricante. Ten en cuenta que el suelo no es una madera, es una pieza artificial que la imita. En estos casos, como cuando instalas un suelo cerámico con veta, el fabricante suministra unos cuantos modelos de piezas que se repiten. Cuantas más variantes tengan, más sencillo resultará evitar el efecto mosaico y que así no se repita el patrón en tablas anexas. Ten en cuenta que un patrón que se repite mucho hace más evidente el hecho de que no se trata de una madera natural.
- Conserva un poco de material por si necesitas hacer alguna reparación.
Eligiendo bien el acabado y el formato, y apostando por un plus de calidad, puede conseguirse un efecto muy bueno y duradero.
Sistemas de colocación.
Los suelos laminados suelen colocarse como pavimento flotante por su rapidez y facilidad incluso sobre el suelo preexistente. Las tablas incorporan un sistema de colocación “click” para poder colocar tú mismo las piezas, si eres mañoso. Más fácil y rápido imposible.
Necesitan suelos bien nivelados. Si tu suelo no lo está, necesitarás aplicar una pasta niveladora.
Si colocamos los listones en el mismo sentido que la entrada de la luz, conseguiremos que las juntas se aprecien mucho menos.
#02 MADERA MULTICAPA. LA RESISTENCIA Y PRESTACIONES DEL LAMINADO SIN RENUNCIAR A LA BELLEZA DE LA MADERA.
También se compone de varias capas, como el laminado, aunque la última no es un vinilo decorativo o una resina, sino auténtica madera. Esta última capa tiene espesores variables, según la calidad de la pieza. De ella depende fundamentalmente el precio del suelo.
Esta madera puede venir pretratada o tratarse in situ. El primer caso es el más habitual actualmente. Tiene la gran ventaja de que al ser aplicado de manera industrializada, es mucho más resistente y duradero. El tratamiento puede ser aceitado o barnizado en ambos casos.
El aceite satura los poros de la madera, protegiéndolo desde el interior. Al ser un producto natural, es una solución sostenible y si se daña la madera se puede arreglar fácilmente. Los suelos aceitados son relativamente fáciles de mantener sin recurrir a un profesional. Si hubiera que ponerles un pero este sería que la suciedad y manchas pueden acabar llegando a la madera. Si esto sucede sí que tendrás que recurrir a un profesional para que le haga una limpieza a fondo.
El barniz en una sola capa cierra los poros de la madera. A diferencia del aceite que se absorbe, el barniz crea una película barrera. Eligiendo un barniz mate se consigue un aspecto similar al de la madera aceitada. Si sufren un arañazo, eso sí, hay que llamar a un profesional.
El suelo barnizado es más resistente que el aceitado y necesita un mantenimiento menor. El aceite es volátil y con el tiempo va desapareciendo, por lo que necesitaremos volver a aplicar aceite sobre todo en las zonas de mayor uso, que serán las primeras donde se noten una escasez de protección cada 6-12 meses. Pero este mantenimiento, sin embargo, lo puede hacer uno mismo si es mañoso en pocas horas.
Ventajas:
- Se puede disfrutar de la apariencia de una madera natural sin invertir tanto como si se tratase de un suelo macizo.
- Cada pieza es única; no tendrás efecto mosaico.
- Las capas no visibles le confieren mayor estabilidad frente a dilataciones que la que tiene la madera maciza. Su resistencia es más cercana a la del laminado que a la de la madera maciza.
- En función del espesor de la madera noble, tendrán un precio u otro, por lo que existe un amplio mercado con cierta flexibilidad para adaptarse a tu presupuesto. El grosor mínimo es de 2,5 mm, teniendo en cuenta que, a mayor grosor, mayor durabilidad.
- Aunque no hay tantos acabados como en los suelos laminados, es habitual hacer tratamientos a la madera y conseguir múltiples efectos. Sobre una tabla de roble, por ejemplo, pueden conseguirse multitud de efectos distintos aplicando barnices coloreados, decapados, blanqueados, etc.
- Requieren un mantenimiento más exhaustivo: si el acabado es aceitado, cada dos años como máximo deberás limpiar y aceitar la madera. Si está barnizada, aguantará un poco más de tiempo pero cuando se deteriore podrás lijar y aplicar una nueva capa de barniz. Por ello es importante el grosor de madera de la última capa, para no perderla en pocos lijados.
El suelo multicapa es una buena fórmula intermedia. Su composición en varias capas le otorga mayor estabilidad y su acabado noble, una estética idéntica a la de la madera maciza.
Recomendaciones:
- Si optas por el barnizado, elige un acabado mate o satinado. ¿Asocias el parqué con el efecto espejo de los 90? Olvídate de esos suelos de madera de aspecto plastificado. ¿De veras quieres invertir en un suelo de madera que parezca artificial? Haznos caso, elige la naturalidad.
- Aunque puede utilizarse en baños y cocinas (los europeos lo hacen sin miedo) hay que ser más cuidadoso con las manchas y con el agua, retirándolos lo antes posible para evitar daños mayores.
En general, elige un aspecto lo más natural posible. Mantenlo como si se tratase de una madera maciza y no tendrás problemas.
Sistemas de colocación:
Hoy en día el suelo multicapa lo podemos instalar de varias formas: encolado al suelo, encolado por el machihembrado y flotante con sistema click.
Flotante con machihembrado o con sistema click.
Actualmente, la mayoría de los fabricantes utilizan un sistema de instalación denominado «de click», donde las tablas se colocan machihembradas de manera muy fácil.
Se puede instalar sobre el suelo existente, siempre que esté nivelado. Se suelen colocar sobre una base de espuma de polietileno de entre dos y tres milímetros de espesor para aislar de la humedad, el ruido y poder amortiguar las pequeñas irregularidades del suelo. En este sistema el suelo no se fija, simplemente se apoya sobre el suelo existente o la solera nivelada.
La gran ventaja es que la colocación es muy sencilla. Presenta el inconveniente de que puede producir sensación de flotabilidad si el suelo no está perfectamente nivelado.
Flotante encolado por la junta.
Si la tabla no viene machihembrada, aunque el suelo sea flotante y simplemente se apoye sobre el suelo, hay que aplicar adhesivo entre las juntas, para sellarlas y evitar que entre el agua.
En este sistema de colocación, se aplican adhesivos para fijar las tablas a la solera o suelo preexistente. Con esto se consigue generar menos ruido en la habitación en la que se instala y una pisada más cómoda. Por el contrario, puede generar ruidos en los pisos inferiores.
Sobre rastreles.
Es el sistema menos utilizado actualmente. Consiste en clavar las tablas sobre listones de madera que a su vez se clavan o pegan a la solera. Tiene la ventaja de que aísla muy bien la madera de posibles filtraciones de humedad, al crear una pequeña cámara de aire. Además, las tablas no entran en contacto con el suelo, y ese hueco permite salvar desniveles en el forjado, el paso de instalaciones o la colocación de aislamiento térmico y acústico.
Por el contrario, la pisada es ruidosa y es habitual que aparezcan grietas en las juntas. No suele emplearse en reformas porque su instalación obliga a levantar el suelo unos centímetros y eso no suele ser compatible son los suelos ya existentes en la vivienda. Exceptuando los casos en los que estuviese instalado de origen, este sistema generaría cambios de nivel entre los distintos tipos de suelo. También es un sistema más lento y requiere de profesionales cualificados para su instalación.
Sea como sea, te recomendamos que te dejes guiar siempre por las recomendaciones del fabricante o instalador.
#03 MADERA MACIZA. NATURAL, CÁLIDA Y SEÑORIAL.
Es una tabla de madera en una sola pieza, con todo el espesor de madera noble. Son suelos de una calidez excepcional que aumentan el valor del inmueble indudablemente. Si te decides por un suelo de madera maciza estás realizando una inversión a largo plazo.
Ventajas:
- Toda la belleza de la madera natural, con su calidez única. Los suelos de madera maciza pueden decorar por sí solos convirtiéndose en el centro de atención.
- Al tener todo el espesor de la madera noble, aguantarán el paso del tiempo con sus reparaciones necesarias de acuchillado, lijado y posterior barnizado o aceitado.
- Las posibilidades de colocación son múltiples. Se pueden conseguir efectos distintos según la disposición de las piezas.
- El confort térmico que proporciona un suelo de madera maciza es único. Combinado con un suelo radiante, la sensación de bienestar que proporciona en invierno es inigualable.
- Si estás pensando en invertir en una vivienda con un target Premium, los suelos de madera maciza elevan el valor del inmueble.
Inconvenientes:
- Olvídate de colocar un suelo de madera maciza en los baños y cocinas. La humedad y la condensación de agua es dañina para la madera, pudiendo abombar, dañar e incluso levantar algunas tablas.
- Son suelos más delicados en la limpieza diaria. Conviene aspirarlos y, muy de vez en cuando, limpiarlos con productos específicos para madera usando poca agua.
Sistemas de colocación:
Son los mismos que para la madera multicapa.
#04 ¿NINGUNO TE CONVENCE? AÚN HAY MÁS OPCIONES.
Parquet industrial.
Es un tipo de suelo de parquet que hace años provenía del reciclado de suelos de madera. El parquet industrial está formado por tablillas de madera maciza, colocadas de canto y adosadas por su cara unas a otras formando losetas. Para la unión de dichas tablillas se utiliza provisionalmente y principalmente, cintas de papel, que desaparecen durante el proceso de acuchillado. Su grueso estándar está en los 20 mm, una medida considerable a la hora de pensar en futuros acuchillados.
Su colocación se hace encolada a la base. Para ello, se utilizan adhesivos diferentes dependiendo de la base sobre la que se quiera encolar.
Es un suelo con muchas ventajas, duradero y resistente.
Suelos de bambú.
Esta madera se dilata y contrae mucho menos que otras especies de madera, otorgando una gran estabilidad. Por otro lado, el suelo de bambú es también antiestático y antialérgico. Se trata de una opción más ecológica y sostenible que si se opta por un suelo de madera natural.
Suelos vinílicos o de PVC.
Son suelos sintéticos con mucha resistencia al desgaste y que no sufren por las condiciones de humedad. Los incluimos en este post ya que disponen de acabados que imitan la madera. Pueden ser interesantes a la hora de usarlos en baños y cocinas si se desea conseguir el efecto madera, ahorrándose más de un disgusto en el uso.
Eso sí, necesitan una superficie totalmente regulada ya que se adhieren completamente al suelo que hay debajo.
Suelos porcelánicos que imitan a madera.
Es una opción muy habitual en viviendas con suelo radiante en las que se pretende aprovechar al máximo la alta inercia térmica de los materiales cerámicos. Hay una gran oferta en el mercado y las texturas están muy conseguidas. También las juntas; apenas se notan las lechadas. Tanto así que a veces es incluso complicado distinguirlos al tacto de un suelo laminado, por ejemplo.
Los precios son similares a los de cualquier porcelánico y pueden conseguirse buenas piezas a partir de 15€/m2. Sin embargo, están un poco limitados en el formato. Los porcelánicos no admiten formatos largos y estrechos, tan alargados como los que ofrece la madera. Como máximo llegarán a piezas de 1,20 de largo. Puedes encontrar alguna más larga, pero su instalación se complica porque es difícil que no tengan un poco de alabeo, algo que se aprecia mucho en la junta y es difícil de corregir.
Si te decides por uno, asegúrate de que tiene una buena variedad de piezas diferentes, para evitar el efecto mosaico. Al ser piezas pequeñas, lo notarías mucho más que con el laminado.
Evita mezclarlos con suelos de madera. Si crees que el suelo porcelánico es una buena solución para tu casa, instálalo en toda. Combinar suelos de madera con otros que solo lo parecen, da como resultado un efecto «frankenstein» poco deseable.
La gran ventaja es que es tan todo terreno como cualquier porcelánico. Puedes colocarlo sin miedo en baños, cocinas y terrazas exteriores.
TENDENCIAS EN SUELOS. ¿QUÉ SE LLEVA?
Si con este post ya te ha quedado clara toda la oferta del mercado en lo que a suelos se refiere, seguro que ahora te preguntas qué se lleva. Si te das un paseo por Pinterest posiblemente te acabes enamorado de un suelo de madera natural. Se ha recuperado la tendencia del parquet geométrico, predominando los suelos en espiga, punta Hungría o con formas geométricas más retro.
Se lleva lo natural, no solo en la madera propiamente dicha, también en sus tratamientos. Si te lo puedes permitir, lo ideal sería apostar por un suelo aceitado. Y cuando hablamos de “permitírtelo” no nos referimos al precio, que es similar al de un suelo barnizado. Hablamos sobre todo de usos. En una casa con mascotas, con niños, con usuarios poco cuidadosos o para familias que habitualmente comen en el salón, no son recomendables. Si este es tu caso, no te preocupes. Un barniz mate te dará un efecto muy parecido y es mucho más resistente.
Se tiende también a maderas claras y cálidas, como el roble, sin tratamientos de blanqueado ni oscurecidos. También es habitual apostar por maderas con bastante nudo. Son más económicas y su efecto natural es muchísimo mayor.
RESUMIENDO ¿CUÁL ES EL SUELO DE MADERA MÁS RECOMENDADO EN CASO DE REFORMA?
Piso para alquilar, presupuestos modestos y uso muy intensivo -> suelo laminado. Elige una buena calidad que aguante bien el “trote”. No menos de un AC3.
Piso para alquiler Premium -> madera multicapa de gran calidad. Opta por parquet geométrico en espiga que le dará el plus de tendencia y exclusividad. Si estás rehabilitando una vivienda antigua y conservas elementos originales, valora la madera maciza.
Piso para vender, ahora o en el futuro -> madera multicapa. Te dará juego a ti y te permitirá mejorar el precio de venta. Supone un plus de calidad y el comprador solo necesita lijar para tener un suelo nuevo.
Locales para uso comercial -> suelo laminado o incluso vinílico, aunque dependerá un poco de la estética que persigas. Si tienes una tienda de artículos de lujo o de productos que ponen en valor lo natural, no descartes un suelo de madera maciza, incluso sobre rastreles. Ten en cuenta que en espacios comerciales el ruido que generan no es tan molesto como en una vivienda.
UNA DUDA MÁS ¿CUÁNTO VA A COSTARME CADA UNO?
Seguramente, a medida que has leído el contenido, has ido pensando en el precio. La estética es importante. La durabilidad y el sistema de colocación, también. No obstante, hay un factor a menudo mucho más determinante: el precio.
Si ya tienes claro lo que necesitas, te gustará saber cuánto va a costarte. Aquí te damos algunos rangos de precio. Todos ellos sin colocación y sin IVA.
- Suelo laminado. Si sigues nuestras recomendaciones en cuanto a resistencia (AC3 como mínimo), formato de tabla, textura y buena variedad de piezas, no bajará de unos 20€/m2.
- Suelo de madera multicapa. Dependerá del espesor de la última capa y del tipo de madera que elijas. Si sigues nuestras recomendaciones, no bajas de 4 mm y te limitas a roble con algún tratamiento, el precio rondará los 50€/m2.
- Madera maciza. Dependerá del tipo de madera (no es lo mismo roble que caoba) y su espesor, pero calcula unos 60 €/m2.
- Cortes especiales. Cuando el formato no es el clásico de tabla, (por ejemplo, en espiga recta o con punta Hungría), el precio puede subir hasta los 80€/m2, incluso tratándose de multicapas.
A esto como te decimos hay que sumar la colocación, que es más laboriosa y por tanto, más cara, cuanto más noble es el material.
Por supuesto, depende también de la marca. No obstante, siempre puedes conseguir buenas ofertas en los distribuidores. Te recomendamos que, antes de elegir, veas las muestras in situ, a buen tamaño y bien iluminadas. Y si puedes llevarte un par de muestras a casa para verlas con la luz que realmente tendrás, no lo dudes. Evitarás más de una sorpresa desagradable.
¿Lo tienes un poco más claro? Esperamos que sí. Si te ha sido útil este post, ¡compártelo!