Lo que empezó siendo un detalle decorativo en mobiliario se ha convertido en una tendencia a lo grande en el mundo de la decoración. Ahora se lleva el half painted o lo que es lo mismo; pintar a medias. Desde las patas de sillas o mesas a paredes completas con sus respectivas puertas; no te pierdas nuestra entrada de hoy porque te damos ejemplos para que puedas inspirarte y técnicas para adaptar esta tendencia a la decoración de tu casa y que te quede como en las revistas.
Puede que se asemeje a pintar un zócalo como se ha hecho de manera tradicional, pero hay algunas claves para evitar este efecto y no caer en una decoración desactualizada.
- Hay que evitar la altura típica asociada a los zócalos. Si habitualmente estos llegaban a 1 m de altura, subiendo la línea que lo define a 1.80 o 2 m (depende de la altura total de la estancia) cambiarás totalmente el efecto.
- Si a eso sumamos colores actuales como los grises, ratas, empolvados, petróleos o pinturas de pizarra, enfatizaremos mucho más el efecto buscado.
- No importa (más bien al contrario) si utilizas técnicas poco depuradas y dejas a la vista brochazos o líneas mal definidas. Tampoco está mál dar capas poco densas que dejen entrever el color que había debajo; el resultado será de lo más actual.
- Si nos atrevemos a arriesgar, podemos incluir degradados y llevar la doble pintura a todos los objetos que se encuentren en la pared: estantes, cuadros, platos… no te cortes en pintar todo lo que salga al paso de tu brocha.
- Si la ortogonalidad no te seduce, las líneas inclinadas están permitidas. Es más arriesgado, pero puedes limitar el half painted a una puerta de paso, a un armario o a una sola pared.
A nosotros nos encanta, sobre todo porque no hay que ser demasiado manitas para ponerse manos a la obra ;)