Muchos clientes acuden a nosotros y nos plantean sus primeras ideas sobre su vivienda. Una de las más escuchadas es “me gustaría que fuera tipo loft”. Vayamos por partes para comprender qué es un loft y cuál es su esencia.
El loft nació en Nueva York en los años 50 cuando numerosos artistas y bohemios, con pocos recursos económicos, se mudaron a las naves industriales abandonadas de la zona centro sur de Manhattan.
Estos espacios industriales eran de amplísimas dimensiones, lo que era aprovechado para establecer espacios de pintura, escultura, fotografía etc. para los artistas. Sus altos techos y los grandes ventanales eran idóneos para desempeñar esta función.
Además, estaban escasamente tabicados, lo que fomentó que el amueblamiento se hiciera de manera especial; estares junto a islas de cocinas, camas separadas del resto con una estantería, baños dispuestos de manera inusual…
Cuando un apartamento tiene 28 m2 y tu sofá es cama, la cocina es un mueble del estar y el baño es lo único independiente, no es un loft. Es la dimensión mínima que marca la ley (en la Comunidad de Madrid) como espacio habitable y queda muy lejos del espacio que anteriormente hemos descrito. No nos dejemos engañar por los que se apuntan a esta moda para justificar lo que es injustificable.