En esta luminosa vivienda del barrio de Tetuán, en Madrid, los protagonistas indiscutibles son la luz, el cine y los libros.
Partíamos de una vivienda con tres dormitorios que nuestros clientes podían asumir dejar en dos. No tenían inconveniente en que diseñásemos una estancia compartida para el estar-comedor y la cocina; la única premisa era tener un buen proyector y que hubiese espacio para su colección de más de 1000 volúmenes, entre libros y revistas.
Como hacemos siempre, elaboramos varias propuestas de distribución con variantes que contemplaban dos y tres dormitorios. Finalmente, la ventaja de disponer de un baño de cortesía adicional, un baño en suite y un amplísimo vestidor se acabó imponiendo por goleada a las versiones con tres dormitorios, mucho menos contemporáneas y versátiles en cuanto al planteamiento.
Sabíamos que ordenaban los libros por colores, algo que para nosotras, lejos de suponer una ventaja es un claro inconveniente: transforma una masa que habitualmente es heterogénea en un cuadro colorista muy característico. De ahí que cediésemos a la librería todo el protagonismo y optásemos por acabados y materiales neutros para el resto del interiorismo en este espacio open-concept que alberga estar, comedor, cocina y biblioteca.
Llevamos, eso sí, el color de los libros a otras estancias. En el dormitorio principal la pared del cabecero y la puerta que alberga (que da paso al vestidor), se visten de azul; el mismo tono que aplicamos al mueble del baño en suite. También el baño auxiliar juega con los colores en algunas paredes pintadas (no alicatadas) que conviven a la perfección con un aparador de estilo antiguo adaptado como mueble para el lavabo.
El resultado es una vivienda contemporánea, funcional y equilibrada. Los espacios están proporcionados y la estética es juvenil y elegante. La revalorización de la casa ha sido casi inmediata. El vendedor, con el que mantienen el contacto hoy en día, llegó a decirles “si llego a saber que se podía hacer algo así en esta casa, no la vendo”.