Si has vivido en una casa muy pequeña, seguro que podrías escribir un libro con todas las dificultades que trae consigo habitar un espacio reducido. Por ver el lado positivo, seguramente también has aprendido algunos trucos para mejorar la habitabilidad de tu espacio y hacerlo lo más funcional posible. En este caso, además de conseguir una vivienda muy funcional, nuestra clienta obtuvo un alquiler muy rentable.
La propietaria de esta vivienda, además de amueblarla, tenía que reformarla. Eso, que puede resultar a priori un quebradero de cabeza, es en realidad una oportunidad para optimizar al máximo el espacio disponible.
Nuestra clienta había heredado dos viviendas pequeñitas en el barrio de Chamberí. Quería sacarles el máximo partido y tenía claro su objetivo. Sabía además que la clave para ello pasaba por una buena reforma y un amueblamiento muy pensado.
Las claves del proyecto de reforma.
Evaluamos primero la posibilidad de unir las viviendas (son dos pisos en el mismo rellano, unidos pared con pared). Sin embargo, analizamos también las opciones de cada uno por separado y le recomendamos mantenerlos así. Uno de ellos, el que os enseñamos hoy es muy pequeño. Dispone de poco más de 26 m2 útiles. Parecía una locura pero sabíamos que con mucho ingenio podíamos ponerlo en el mercado sin problema. Y así fue, en menos de un mes consiguió alquilarlo. El precio fue mucho más alto del esperado y el tiempo de espera hasta encontrar ocupante, menos de dos semanas.
A la hora de planificar un espacio tan pequeño hay que deshacerse de algunos prejuicios. No se vive igual en un único espacio de 26 m2 que en una vivienda convencional de tres dormitorios. Sin embargo, hay cosas a las que no podemos renunciar cuando habitamos una casa, por pequeña que sea. Necesitamos un baño cerrado, una cocina equipada, mucho almacenamiento, un sitio para comer y espacio de descanso. Todo lo demás, eso sí, es revisable.
Aunque planteamos algunas opciones en las que el dormitorio se cerraba al resto de la vivienda con un sistema de tabiques correderos, finalmente la sensación de un espacio más amplio ganó la partida. Decidimos apostar por un “open concept” llevado a las últimas consecuencias. Pensándolo bien, la casa no puede albergar a más de una o dos personas, con lo que la necesidad de privacidad en el dormitorio no era un aspecto tan imprescindible.
La importancia del amueblamiento en los espacios pequeños.
Una vez decidido que íbamos a mantener el espacio abierto, nos enfrentábamos a un amueblamiento complejo. Teníamos dos cosas claras: necesitábamos cualificar y ordenar los espacios y ser muy versátiles
En este caso, por ejemplo, el estar, compuesto por un sofá cama, un mueble de TV, una mesa de centro y un puf puede transformarse con facilidad en un dormitorio para invitados. Solo hay que retirar la mesa de centro, abrir el sofá cama y colocar el puf a modo de mesilla de noche. Si otro día el ocupante celebra una reunión, puede acercar el banco que hay a los pies de la cama y con el puf y los taburetes, podrá reunir en su casa hasta 8 personas con relativa comodidad.
La cama es amplia y cómoda, con espacio para dejar los cojines y la ropa del día en el banquito que hay a los pies. Además dispone de almacenamiento extra en las mesillas de noche, ambas con cajones.
La cocina tiene una barrita estrecha a la entrada que amplía la capacidad de almacenamiento. Además, este espacio limpio y continuo hace las veces de aparador en un vestíbulo virtual. Otra barra situado en el lado opuesto delimita visualmente el espacio de cocina y hace las veces de mesa de comedor.
La cocina está equipada al completo, con nevera grande, horno-microondas, lavavajillas y lavadora-secadora. Y por supuesto, como no podía ser de otra manera, tiene un baño completo, con ducha amplia, inodoro y lavabo.
En cuanto a los muebles, todos están elegidos con el objetivo de agrandar el espacio.
La cocina es blanca, muy luminosa y de líneas muy puras. Las tres cosas son básicas para que no resulta pesada y se integre bien con el espacio único que forma la vivienda.
Por su parte, el sofá, además de convertirse en cama, tiene los reposabrazos muy estrechos. Así aprovecha al máximo el espacio para el descanso.
La mesa de centro es transparente, para aligerar el conjunto.
El mueble de TV tiene capacidad de almacenamiento. Además se eleva sobre patas, lo que lo hace visualmente más ligero.
Lo mismo sucede con las mesillas de noche. Estas además, son la de la misma línea que el mueble de TV lo que aporta uniformidad y coherencia al conjunto.
Por último, los taburetes son muy cómodos. Hay que tener en cuenta que son los asientos que se usan para comer. Además son alámbricos por lo que resultan mucho más ligeros.
Además de esto, trabajamos con mimo la iluminación y los acabados. Toda la estancia tiene tonos neutros y cálidos. También está presente la coherencia cromática. La armonía de color ayuda mucho a “ordenar” estos espacios. De otra manera podrían resultar caóticos.
El resultado como veis es un espacio agradable, versátil cómodo y vividero. La sensación de amplitud es innegable y, sobre todo, un piso así en Madrid es muy difícil de encontrar.
Si estás pensando en invertir o has heredado una vivienda y quieres sacarle el mayor provecho posible, llámanos. Invierte con cabeza y amortizarás el gasto mucho antes de lo que imaginas.