Seguro que os suena de haberlo visto en páginas de decoración, especialmente en dormitorios infantiles. No es para menos, su diseño lleno de colorido lo hace especialmente atractivo para decorar las habitaciones de los más pequeños. En el perchero de los Eames, los «reyes de la casa» pueden colgar sus juguetes, su mochila o su ropa favorita (la de ellos o la de sus muñecos).
Si lo vamos a instalar en un cuarto infantil, lo ideal es colocarlo a una altura adecuada al usuario, y siempre formando un «collage» con otros elementos, como dibujos, juguetes, libros, láminas, sillas, aparadores… A continuación tenéis algunos ejemplos.
Sin embargo, aunque a los niños les encantará, es apto para decorar cualquier rincón de la casa en el que sean necesario dejar ropa o «algún trasto». Sus bolitas de colores quedarán perfectas sobre fondo blanco y darán un toque alegre a cualquier vestíbulo o pasillo. Pero también son ideales para los dormitorios y vestidores adultos, convirtiéndose en un objeto muy útile en el que colgar, tanto la ropa que nos quitamos por la noche, como los complementos esos que siempre acaban enredados por los cajones (collares, foulards, sombreros…)