Si alguna pieza de mobiliario puede ser vintage por excelencia -en el sentido más amplio de la palabra-, es la silla peacock. Sus formas exóticas nos transportan a los felices años veinte; y como todo lo retro es tendencia, este icono del glamour no podía ser menos y cada vez está más presente en las decoraciones a la última.
Normalmente se fabrica en caña con tono natural, pero podemos encontrarlas fácilmente de plástico y en varios colores. Son perfectas para ambientes con decoración étnica y exótica, pero también encajan a la perfección en los rincones neutros de la decoración de estilo nórdico, donde se convertirán sin duda en objetos escultóricos y en los grandes protagonistas. Hace falta un hueco razonable para colocarlas, pero se admiten en todo tipo de estancias: zonas de estar, dormitorios y por supuesto, en las terrazas.
Inspirándose en estos modelos y en la silla Windsor, Hans J. Wegner elaboró en los años 40 una versión minimalista de la silla «cola de pavo real» que denominó con el término inglés «peacock». Aunque desde nuestro punto de vista es una opción menos glamourosa, es perfecta para los menos atrevidos. Tanto si eres de estos últimos como si no, existen versiones inspiradas al alcance de todos los bolsillos, así que si te gusta, ¡no te quedes sin ella!