La Butterfly Chair, también conocida como BFK y Hardoy Chair fue diseñada a finales de los años 30 y eso la convierte en un icono retro de máxima actualidad.
Aunque lo ideal sería poder contar con una versión vintage, lo tenemos muy fácil para conseguir una réplica. Y mucho más para combinarla en nuestra decoración, pues el modelo actual se produce en distintos tamaños y diferentes acabados, tanto en la estructura (acero natural y lacada en negro) como en el asiento (de piel, de pelo, de tela, apto para exteriores…) Incluso podemos encontrar taburetes que pueden usarse como reposapiés.
Es escultórica y muy ligera así que no sobrecarga el espacio, lo que la convierte en una pieza ideal en estancias pequeñas.
Nos encanta por su versatilidad que hace que encaje a la perfección tanto en espacios públicos (restaurantes, recepciones de hotel, etc.) como en los salones y dormitorios de casa; y de cara al buen tiempo, su estructura tipo hamaca la convierte en una apuesta segura para lograr una terraza o un jardín con mucho estilo.