“Asiento sin brazos para una persona”; de esta manera tan escueta define la RAE a nuestro bien amado taburete. Aunque somos muy “académicos”, esta vez lo sentimos pero la definición se queda muuuuuy corta. En interiorismo se lleva descontextualizar las piezas, dándoles un uso para el que no habían sido concebidas, y en ese sentido, el taburete es uno de los elementos más versátiles y que más juego dan en decoración. ¿Falto de ideas? Sigue leyendo; hoy te contamos alguno de los mil y un usos de un taburete.
– Como mesilla de noche. Si tienes un buen armario y no necesitas almacenaje extra, el taburete te quedará genial como mesilla de noche. Es especialmente útil si tienes poco espacio a los lados de la cama (hay versiones que apenas ocupan 30 cm) y te permitirá dejar el libro, las gafas y hasta una pequeña lamparita. Si te animas con este uso, utiliza taburetes bajos y juega a combinar modelos o colores diferentes a cada lado de la cama.
– Como mesita auxiliar en el estar. Las típicas mesas de centro rectangulares a veces son muy poco prácticas. Ocupan mucho espacio y si tienes un sofá con chaise longue o con asientos extraibles acaban siendo un estorbo. Las mesitas circulares tipo nido son muchísimo más prácticas, pero si quieres algo aún más pequeño y versátil, el taburete es una opción estupenda: te sirve como mesilla auxiliar y como asiento extra si alguna vez tienes más visitas de las habituales.
– Como peana. ¿Tienes una planta preciosa, un jarrón maravilloso o una damajuana con historia? Ponlo en valor creándole un rincón exclusivo y lleno de encanto: ¡súbelo a un taburete!
– Un office improvisado en la cocina. Si no dispones de una mesita para tomar un café rápido, tener un taburete a mano hará que se acaben los “desayunos de pie”. Además puede servirte para llegar al típico estante inaccesible; ése en el que guardas lo que “nunca usas” y que, más pronto que tarde, siempre te acaba haciendo falta.
– Multiusos en la terraza y el jardín. Junto a la tumbona para dejar la bebida, como asiento extra, como peana para tus cactus y flores de temporada, para dejar la toalla junto a la piscina… lo mejor, que cuando llegue el invierno puedes guardarlo en casa ¡y darle cualquiera de los otros muchos usos que te proponemos!
¿Imaginabas que algo tan sencillo pudiese ser tan versátil? ¡Ah! ¡Se me olvidaba!¡también sirven para sentarse!
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