Las golondrinas negras de cerámica son todo un clásico de la decoración popular de los años 50. A mediados del siglo pasado, era muy habitual encontrarlas en las casas de la península (Portugal y España) alegrando fachadas, patios e interiores. Suponemos que tratando de recrear el mito popular que augura buena suerte a los habitantes de aquellas casas en cuyos aleros aniden estos pequeños pajarillos. Con el ya más que instalado gusto por los objetos «vintage», vuelven las ganas de tener una bandada en casa, y ya son varias las revistas de moda y decoración que las muestran como una tendencia puntera que empieza a instalarse en hogares, ropa y ¡hasta en la piel! Desde la sudadera de Alexander McQueen, hasta los tatoos temporales de Chanel, pasando por la versión «handmade» en cerámica negra, sin duda nuestra favorita.
Si eres de los que no puede huir de una tendencia, te dejamos algunas imágenes llenas de inspiración. Si lo que ves te anima a llenar tu casa de pájaros, ahí van algunas claves:
- Existen un par de modelos, el molde original del portugués Bordallo Pinheiro, más elaborado, y otro de líneas más depuradas que es el que finalmente se instaló en nuestro país. A nosotros nos gusta más la versión lisa; tiene un punto mucho más moderno que hace que la pieza se integre mejor en los hogares contemporáneos. En cualquier caso, huye de las versiones blancas o coloridas; la buena es la negra.
- Las golondrinas no viven solas; tampoco en nuestras casas deben aparecer como objetos únicos. Lo realmente bonito es que realicemos composiciones con grupos de varias piezas, preferiblemente de distintos tamaños. Si el espacio es pequeño, con tres ya podemos conseguir composiciones interesantes, aunque lo ideal para lograr el «efecto bandada» es que haya alguna más. A partir de ahí, cuanto mayor sea el espacio, mayores las posibilidades de lograr un efecto como el que os mostrámos en las imágenes.
- No las coloques equidistantes ni en fila. La idea es que sea algo orgánico, lo más parecido posible a lo que hace una bandada de verdad.
- ¿Dónde instalarlas? Hay muchísimas posibilidades: en el vestíbulo, sobre el cabecero de una cama, alrededor de un espejo, sobre un aparador, trepando por el hueco de una escalera…
- No te limites a las paredes. Si consigues un número interesante de piezas, déjalas volar también por el techo.
Os dejamos con imágenes llenas de inspiración:
Créditos (de arriba a abajo y de izquierda a derecha):
Revista AD (3) – Daily Moda Lisboa – Is the time to Style – Tatoologist – RDiseno