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Estufas, chimeneas y espacios para la leña.

El otoño ya está aquí y, aunque el frío se ha hecho de rogar, también ha llegado a nuestras casas. Cuando bajan las temperaturas, nada como una buena chimenea para dar un toque cálido (en el fondo y en la forma) a nuestras zonas de estar o dormitorios. Os damos algunos consejos para elegir la chimenea adecuada y varias ideas para almacenar el combustible y tenerlo siempre a mano.

Si tenemos chimenea y queremos modernizarla, lo tenemos bastante fácil. Podemos aprovechar sin problema la salida de humos original y, en la peor de las situaciones, sustituir el tubo de extracción si está deterioriado. En cualquier caso, el paso a través del forjado estará hecho de antemano y eso nos ahorrará bastantes problemas. Eso sí, la chimenea deberá ocupar la misma posición que la original dado que el tubo de salida de humos debe ser siempre de tramo recto.

En el caso de que no haya una chimenea previamente, y por tanto, que no exista extracción de humos, tenemos dos opciones. Podemos buscar un punto en el que no sea complicado perforar el forjado y la cubierta y construir una nueva salida o sacar el tubo por el exterior. En el primer caso necesitaríamos licencia de obras así como la supervisión de un técnico competente pues implicaría obras en la estructura, la cubierta y las estancias que atraviese el conducto. La alternativa de sacar el tubo por el exterior implica menos obras pero debemos asegurarnos de no incumplir ninguna ordenanza municipal y de que el tubo está aislado para evitar quemaduras por contacto.

Una vez resuelto el tema de la extracción, nos centraremos en la elección de la chimenea. Aunque podemos construir una de fuego abierto, lo recomendable es instalar un chimenea tipo «insert» o «cassette». Estas chimeneas están inspiradas en las antiguas estufas salamadra y su principal ventaja es el alto rendimiento térmico. Incorporan reguladores de llama, por lo que resulta muy fácil controlar la temperatura y, al estar cerradas, la pérdida de calor es mucho menor. Las hay de leña, de pellets y de gas, y muchas incorporan salidas en las que se pueden acoplar conductos que pueden trasladar el aire caliente que se genera alrededor de la chimenea a otras partes de la casa. En cuanto al combustible, podemos almacenarlo en el trastero o en un armario, pero si el espacio que ocupa la chimenea es generoso, nada mejor que habilitar un espacio para colocarlo junto a ella; nos resultará mucho más práctico y dará un toque nórdico a la estancia.

En el caso de que no dispongamos de salida de humos, no tenemos por qué renunciar a tener un hogar en casa. Aunque no son chimeneas de fuego, sino estufas con un simulador de llama, las chimeneas eléctricas nos permiten lograr un efecto parecido al de una chimenea insertable aunque sin obras ni necesidad de combustible, basta con tener cerca una toma de corriente.

REFORMAS DE DISEÑO_CHIMENEAS
Podemos colocarlas adosadas a una pared o, si disponemos de mucho espacio, en el centro de una estancia, en cuyo caso, el calor se repartirá mucho mejor. Foto vía 79 Ideas.
REFORMAS DE DISEÑO_CHIMENEAS INSERTABLES DE LEÑA Y PELLETS
Aunque podemos instalarlas de fuego abierto, como la de la imagen, las de tipo casette, inspiradas en las estufas salamandra, son mucho más eficientes. Foto vía My Scandinavian Home.
REFORMAS DE DISEÑO_CHIMENEAS
Las chimeneas insertables son mucho más eficientes. Podemoas instalarlas de leña o pellets. Foto víaHogarisimo.
REFORMAS DE DISEÑO_CHIMENEAS
Chimenea insertable con hueco para la leña. Foto vía Pinterest.
REFORMAS DE DISEÑO_CHIMENEAS INSERTABLES DE LEÑA Y PELLETS_TIPOS
Chimenea eléctrica. No necesita salida de humos. Podemos colocar leña al lado para dar un efecto más natural. Foto vía Design Labyrinth.