Hoy os enseñamos este ejemplo impecable de interiorismo realizado por el equipo de interioristas Gilles & Boissier en París. Una muestra clara de que no es necesario realizar una «tabula rasa» para conseguir un aspecto contemporáneo en una vivienda burguesa. En este caso, el color blanco es unificador de molduras y marqueterías y se convierte en el telón de fondo perfecto para hermosas obras de arte (esculturas, fotografías y piezas de mobiliario de diseño). Además, la combinación de muebles de materiales nobles y formas minimalistas con otros antiguos pero bien conservados aporta calidez y hace que la casa sea más acogedora.
Sin duda, un lugar para quedarse a vivir. ¿No os parece?
Foto de Gilles & Boissier