Créditos fotográficos (de arriba a abajo y de izquierda a derecha):
Apartment Therapy – The Boo And The Boy – I Want That – Honey And Fitz – Mamma Mix – Buzz Feed – The Boo And The Boy – Stylizimo – R de Room – R de Room – R de Room
Cuando un bebé llega a nuestras vidas, prácticamente todo cambia. Nuestra rutina se revoluciona y nuestra casa, como no, también. Esa habitación en la que hasta ahora dejábamos la bici, tendíamos la ropa los días de lluvia o usábamos para dejar «provisionalmente» lo que no sabíamos donde almacenar, se convierte en el objeto de todos nuestros desvelos. Por muy acusado que sea el espíritu práctico de los futuros papás, el síndrome del nido acaba por imponerse y, en mayor o menor medida, aflora el decorador y el manitas que todos llevamos dentro. Os damos seis claves para acertar a la hora de decorar habitaciones infantiles.
Si estás en esa época de la «dulce espera» y necesitas ideas para decorar el cuarto del bebé, te damos algunos consejos para que preparar su habitación no se convierta en una locura.
Consejo #01: los niños crecen.
Una evidencia como la copa de un pino que a veces llegamos a olvidar. Es difícil conseguir una decoración suficientemente versátil como para adaptarse a un bebé de meses y a un adolescente de 14 años, pero sin duda hay un término medio al que conviene tender si no queremos estar constantemente haciendo cambios en casa. Por ejemplo, podemos incorporar directamente una cama individual estándar, de 90×190 cm, y prescindir de cunas convertibles y camas pequeñas adaptables. El periodo de la cuna suele durar poquito y, sobre todo los primeros meses, muchos papás la instalan en su cuarto para tener más cerca al recién llegado y que todo resulte un poco más cómodo. Ese cuarto ideal de bebé con su cunita, su cambiador y su sillón de lactancia suele acabar siendo eso, un ideal que en poco más de año y medio ya no dará respuesta a nuestras necesidades reales. Si la cama nos parece insegura, podemos añadir barreras protectoras (de madera natural o lacadas en blanco son las que mejor se integran) y llenarla de cojines. Con este sistema, podrá usarla en cuanto decidamos que ya ha llegado el momento de que duerma solo en su cuarto. Algo parecido pasa con la decoración. Los motivos de bebé en vinilos o papeles pintados nos enamoran al principio, pero en poco tiempo, miraremos a nuestro hijo y nos resultarán anacrónicos. Si optamos por decorar con papeles pintados, es preferible buscar opciones con un carácter más intemporal. Los motivos geométricos son una apuesta segura que aguanta a la perfección el paso del tiempo.
Consejo #02: los niños juegan.
Unas veces con palitos y hojas, otras con nuestras cosas y, la mayoría del tiempo, con sus juguetes. Por mucho que nos empeñemos, éstos no serán siempre tan bonitos como nos gustaría y el cuarto que habíamos pintado de azul pastel y decorado con tanto mimo con sabanitas y peluches ad hoc, se ve colonizado por trastos de colores chillones que no pegan ni con cola. Para no caer en este caos decorativo, o nos convertimos en la inquisisición juguetil, o creamos una envolvente lo más neutra posible en la que cualquier color sea bien recibido. Para acertar sin quedarnos en el sota-caballo-rey de las cuatro paredes blancas, podemos empapelar alguna pared en la que preveamos que no habrá mucho «ruido», como el cabecero, con estampados que combinen el blanco con algún otro color, preferiblemente suave. Otra opción es pintar una de las paredes con algún color neutro como el gris y añadir algún sticker o luminoso divertido.
Consejo #03: los niños pintan-dibujan-estudian.
El cambiador y la cuna duran unos meses, pero nuestros hijos se pasarán años sentados en una mesa de estudio. No está de más que pienses ya en ello y si no la compras, al menos ten claro qué sitio ocupará en el dormitorio y resérvale un espacio cerca de la ventana, para que pueda aprovechar la luz natural y las vistas. Para solucionar el hecho que explicamos en el consejo #01, esto es, que los niños crecen, lo ideal es optar por sistemas modulares que se adapten en altura. La String Shelving System es una de nuestras opciones favoritas en lo que a estanterías-mesa se refiere. Su diseño se puede adaptar en altura y crecer a medida que lo hace nuestro pequeño. Y es tan bonita e intemporal que quedará perfecta llena de juguetes, de libros o de cualquier cosa que se nos ocurra…
Consejo #04: los niños son creativos.
Su imaginación sin límites les lleva a pintar por doquier. Unas veces en el papel, otras en la pared. Nosotros no somos partidarios de cortarles las alas, pero una buena forma de evitar pintar la pared cada fin de semana es que tengan un espacio especial para ellos en el que dejar volar su imaginación. Para eso, nada mejor que paredes de pizarra. O si queremos algo menos definitivo, un vinilo o sticker con un acabado similar que les permita darle libremente a la tiza.
Consejo #05: los niños juegan (segunda parte).
Y para eso necesitan espacio porque el despliegue de juguetes suele alcanzar siempre proporciones épicas. Es más que recomendable que en su habitación tengan sitio para esta actividad que, como os decimos, ocupa la mayor parte de su tiempo. En los cuartos grandes, esto no suele ser un problema, pero en las casas pequeñas hay que ingeniárselas para conseguir m2 libres. Una estupenda opción cuando el espacio es más reducido son las camas elevadas, que dejan espacio debajo para jugar o para situar la mesa de estudio. Si tenemos un poco más de superficie, la disposición en L de la mesa de estudio y la cama dejarán un valioso espacio en el centro en el que poder dar rienda suelta a la imaginación.
Consejo #06: lo que es valioso para nosotros no tiene por qué serlo para ellos.
Por eso, si le tienes mucho cariño a algún mueble instálalo en otro cuarto porque puede sufrir algunos «daños» irreparables. Lo mismo con el suelo, si es delicado, es muy recomendable instalar alfombras para evitar que se raye o deteriore. Si quieres que la alfombra sea sufrida y esté siempre limpia, las vinílicas son una estupenda opción y ¡se pueden personalizar!