Seguro que lo habéis visto en multitud de bares y restaurantes, especialmente en los más «trendy», mezcladas con pizarras y mesas para compartir. Y es que cada vez están más presentes en decoración las míticas sillas de madera del colegio. Poco hay que decir sobre ellas: la mezcla de hierro y madera las deja a medio camino entre el «vintage» más cálido y el estilo industrial más potente, combina casi con cualquier estilo y son capaces de retrotaernos a tiempos mejores, aquéllos en los que para divertirse bastaba un trozo de cuerda o un «tu la llevas». Son perfectas para dormitorios infantiles, rincones de trabajo y comedores, solas o mezcladas con otras sillas de corte industrial, como la Tolix. La versión taburete es el contrapunto perfecto para las islas y penínsulas de cocinas minimalistas y «total white».
Como siempre, ahí van algunos ejemplos: