Hace unos días os explicamos qué hacer (en decoración, claro) con una escalera de mano antigua, de esas que pululan por las casas del pueblo de nuestras abuelas. Si rebuscando en los desvanes encontrasteis también una puerta, no os perdáis el post de hoy.
En los dormitorios, como cabecero de la cama. Es la opción más conocida, aunque no por ello menos interesante. Las dimensiones normales de una puerta (80×205 cm) la hacen perfecta como cabecero colocándola en horizontal. Si la cama es grande (2m) la recogerá perfectamente. Si la cama es más pequeña y sobresale por los lados, basta con buscar unas mesillas lo más neutras y bajitas posible. Si tenemos más de una puerta, y techos altos podemos colocarlas en vertical.
En los comedores y salas de estar, podemos utilizarlo a modo de cuadro sobre el sofá, o tras un aparador, incluyendo si queremos un trocito de espejo. Incluso si tenemos una zona amplia, sin más, junto con alguna escalera antigua que pueda servirnos de revistero o para dejar las mantitas en invierno. También puede servirnos omo mesita auxiliar baja o como mesa para comer si el relieve de los cuarterones no es muy exagerado.
En los vestíbulos nos quedará perfecta combinada con unas maletas antiguas. Si añadimos algún estante será una trasera perfecta para decorar dejando objetos a la vista. PTambién podemos incorporar pintura de pizarra en alguno de los cuarterones para dejar notas y recados en la entrada.
Y ¡cómo no! También podemos usarla como puerta, a modo de corredera. No lo recomendamos para una puerta que vaya a manipularse a menudo, ni para sitios en los que sea necesaria un buen aislamiento acústico. Pero si va a usarse eventualmente, y la mayoría del tiempo va a estar abierta, nos parece una solución muy acertada.
Y si tienes un jardín de estilo inglés, no lo dudes, quedará perfecta en el exterior.
¿Te animas a buscar una?
Decorar con puertas antiguas. En el estar, como cuadro-espejo detrás del sofá o como mesilla auxiliar. Foto vía Pinterest (Teresa Lee)
Decorar con puertas antiguas. Mesa en el comedor. Foto vía Sweet Young Journey.
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