Muchos somos los que no acabamos de dar el paso al libro electrónico. Aunque tiene ventajas innegables, nada como el placer de abrir un libro, de pasar sus hojas, de ver cómo envejece… Si eres de los que los que conoce cada ejemplar de su biblioteca, de los que no pueden tirar ni una revista o de los que simplemente se resisten a abandonar el papel, te contamos cómo integrar tu biblioteca en la decoración de tu vivienda.
– Librerías modulares: se adaptan a cualquier rincón, por pequeño y raro que sea. Generalmente, los módulos son de unos 60-80 cm de ancho y de alturas y profundidades variables. Podemos usarlas sólo para los libros, en cuyo caso con una profundidad de 20 ó 30 cm será suficiente, u optar por librerías con más fondo ( 40 cm) y combinar los libros con otros objetos de decoración. Nuestras librerías modulares favoritas, por su versatilidad, diseño y buena relación calidad-precio, son Tria de Mobles 114 y String Shelving System. Ambas son robustas y con un diseño cuidado que hace que resulten decorativas aún cuando no estén llenas del todo.
– Baldas: en el caso de que las librerías modulares no se adapten al hueco más recóndito, siempre nos quedarán las baldas. Aunque hay que fijarlas a la pared, y eso hace que no podamos variar su posición a medida que cambian nuestras necesidades, nos dan la versatilidad de poder colocarlas entre sí a la distancia que queramos. Resultan baratas y es bastante fácil conseguirlas de la medida exacta del hueco. También son perfectas para colocar sobre sofás, cabeceros y, en general, en aquellos puntos en las que la pared está disponible pero el suelo no.
– Sobre aparadores: en estos casos la función decorativa es casi tan importante como la de mero almacenaje, así que es recomendable que seleccionemoss un poco los libros que vamos a colocar sobre el aparador. Una buena opción es elegir los más antiguos, los más coloridos o los de tonos más parecidos. Puedes colocarlos solos o combinados con jarrones, apilados o alineados, etc.
– Apilados a modo de mesilla de noche: a los que os gusta leer antes de dormir y la mesilla es eso que queda debajo de la pila de libros, os encantará la idea; quitad la mesita y seguid con vuestra costumbre. Estaréis a la última.
– Sobre el suelo: una de nuestras opciones favoritas, aunque sólo recomendable si hemos agotado las anteriores. Si repartimos los libros por el suelo y no hay ni una sola estantería en toda la casa, el efecto puede llegar a ser un tanto ridículo. Para conseguir un resultado parecido, pero consiguiendo un acceso más práctico a los libros, la librería Ptolomeo es perfecta.
– Un hueco cualquiera: si tienes una chimenea y no la usas, estás perdiendo una oportunidad de oro para almacenar las revistas o los libros que menos hojeas. Sobre los alféizares de las ventanas, sobre una silla que no se usa mucho…
– Por lo demás, cualquier sitio es bueno: el despacho, el estar, el comedor, el dormitorio, la cocina… hasta el baño y el vestíbulo. Echa un vistazo a nuestra selección de fotos y ¡anímate a sacarlos de las cajas!