Créditos fotográficos: Pinterest y R de Room Shop
Era cuestión de tiempo, pero estaba cantado que decorar con cactus y suculentas volvería a ser tendencia y estas bellas plantas regresarían para ocupar el lugar que les corresponde en nuestras casas. Son agradecidas a más no poder, y rara es la especie que necesita unos cuidados específicos para crecer y multiplicarse. La mayoría se reproduce por hijuelos o esquejes de las hojas o el tallo y lo normal es que, sin ponerle demasiada atención, prosperen siempre, independientemente del tipo de tierra que utilicemos y de la cantidad de luz que llegue al rincón que le busquemos en nuestras casas. Son unas «todo terreno» capaces de aguantar el ritmo frenético de nuestros días y sobrevivir a las ausencias de los dueños más viajeros y al despiste de los más olvidadizos.
Si queremos que luzcan bien cuidadas, sólo hay que prestar un poco de atención a que la tierra drene bien y no se produzca acumulación de agua de riego. Una maceta agujereada y una base de piedras grandes serán suficiente para garantizar que el agua no se estanca en el tiesto pudriendo las raíces. Por lo demás, es mejor utilizar tiestos adecuados al tamaño de la planta, y siempre es preferible que pequen de pequeños que de grandes. Si tenemos una buena colección, quedan muy bonitas agrupadas, utilizando tiestos originales (nos encantan éstos con caras facetadas de Bloomingville) o que, sin ser iguales, tengan alguna característica común. Podemos usar macetas de distintos tamaños pero del mismo color o material, tiestos del mismo tamaño y colores diferentes… la combinación dependerá un poco de la variedad de plantas que tengamos y cuál sea la superficie que queramos ocupar con ellas.
Si antes de que se convirtiesen en las protagonistas de Pinterest e Instagram, ya tenías tu colección pero no prestabas demasiada atención a la forma de exponerlas y cada maceta es distinta, hazte con un par de botecitos de chalk paint de los colores que más te gusten y da rienda suelta a tu creatividad. Puedes pintarlos enteros o hacer algún dibujo bonito sobre la maceta… Si te falta inspiración, ¡aquí tienes una buena dosis!