Teníamos muchas ganas de escribir este post. Acabar proyectando una reforma de un apartamento de alquiler en Sofía no es algo que nos pase todos los días.
Cómo empezó todo.
G y P nos llamaron por primera vez allá por 2016 para diseñar el interiorismo de su estar-cocina-comedor, aquí en Madrid. Lo acababan de reformar pero no les convencía el resultado y no se sentían capaces de resolver los problemas que habían detectado en el día a día. Tampoco tenían claro cómo darle la vida que necesitaba. Tenían una lámpara de diseño y no se habían atrevido con más. Empezamos a trabajar y en seguida conectamos. Entendimos muy bien qué buscaban y les ayudamos con los detalles que transformaron su salón «hospital» (así lo llamaban ellos) en el hogar lleno de color que siempre habían soñado. Si tenéis curiosidad por saber cómo les ayudamos, te lo contábamos con detalle aquí.
Al año siguiente volvieron a contactar con nosotras; se habían dado cuenta de que también necesitaban ayuda con los dormitorios y los baños.
Un apartamento en Bulgaria ¿habláis en serio?
Desde entonces, no habíamos vuelto a tener contacto. Sabemos que P no se pierde ninguno de nuestros post pero pensábamos que, más allá de esta relación especial que nos une con nuestros lectores, no volveríamos a tener contacto con ellos. ¡Nos equivocábamos!
Nos llamaron el año pasado para proponernos un reto de los buenos: cambiar la imagen de un apartamento de alquiler que tienen en Sofía. ¡Bulgaría! ¿En serio? En condiciones normales, si no les conociésemos de nada, habríamos rechazado el encargo. Pero sabíamos que podíamos trabajar bien con ellos, que nos iban a entender y, lo mejor, que serían capaces de adaptar lo que diseñásemos aquí a las particularidades de un país tan diferente. ¡Aceptamos el reto!
La clave del éxito, el trabajo en equipo.
Ellos viven en Madrid así que todo el trabajo creativo lo hicimos juntos, siguiendo el mismo procedimiento que con su salón y sus dormitorios. La ejecución sin embargo iba a ser a distancia; ni siquiera ellos estarían allí para supervisar los trabajos ni para visitar tiendas de mobiliario locales.
Su constructor en la zona nos había elaborado un plano con cotas que nos resultó bastante útil. Para hacerlo más difícil, la casa tiene una forma súper irregular. Con el objetivo de evitar problemas con los espacios, no apuramos las dimensiones de las piezas para que todo cupiese bien, sin problemas.
El estar-cocina-comedor. El caos más oscuro da paso a la luz, el orden y el color.
En este proyecto, querían toda es luz y colorido que habían conseguido en su propia casa. Conscientes de que estaban proyectando para alquilar, querían sin embargo que destilase su esencia y sentir que la casa estaba hecha a su gusto y que, como propietarios, les representaba.
Al ser para alquilar, había que contener la inversión. En la cocina por ejemplo, propusimos lacar los frentes, cambiar los tiradores y el frente de la encimera, y rematar bien el encuentro de los muebles altos con el falso techo. Te dejo fotos del «antes y después» para que tú mismo valores el gran cambio. Parece una cocina nueva ¿verdad?
La historia del baño o cómo trabajar con precisión a más de 3000 km de distancia.
El baño fue más complicado porque además de irregular es pequeño, con recovecos y con una ventana no muy bien situada. Necesitábamos mucha exactitud para que todo saliera bien, así que anotamos en un plano las medidas que necesitábamos y la madre de G se encargó de tomarlas in situ.
El dormitorio también se llena de color.
Al elegir muebles, lo hacíamos en webs locales. En inglés las búsquedas eran poco eficaces. Así fue cómo acabamos aprendiendo algunas palabras en búlgaro. De hecho, fue la clave para dar con piezas muy resultonas ciñéndonos a tiendas del país.
Un apartamento con vistas.
Dejamos a P y G la lucha con el constructor. No debió ser fácil hacerle cambiar el chip con algunas ideas que allí resultan aún algo rompedoras. Sin embargo la cooperación y el trabajo conjunto de todos ha dado un estupendo resultado. Todo lo aprendido aquí sobre la mesa, sumado a lo mucho que nos leen, permitió a G y P adaptar el proyecto a lo que iban encontrando. Estamos muy orgullosas de ellos y del resultado que han conseguido tomando como referencia nuestra propuesta. Las fotos que ilustran este post las ha hecho su hermana. Son la muestra de que, cuando conectas, es posible trabajar en equipo.
Ya sabéis chicos, ¡estamos listas para un nuevo proyecto! ¿Con qué vais a sorprendernos?