El estilo es un concepto cada vez más transversal. Tanto es así, que hay muchos aspectos tradicionalmente asociados a la moda que pueden trasladarse casi literalmente al interiorismo. De hecho, habrás podido comprobar que las casas que visitas son a menudo un buen reflejo de la personalidad de sus ocupantes. Parece lógico pensar que alguien que decora su casa en estilo nórdico, vestirá habitualmente de una forma sobria, elegante y seguramente poco colorista. Y al revés. Para muestra, Miranda Makaroff en su «fashion drama» de Vogue:
Está claro que no todos tenemos tanto estilo como Miranda. Entonces, ¿cuáles son esos dictados universales infalibles que te pueden catapultar al éxito decorativo? Aquí va nuestra selección, aunque estamos seguras de que se te ocurrirá alguno más. Si es así, no dejes de contárnoslo en los comentarios. ¡Empezamos!
- Cada estilo tiene sus señas de identidad. Si te gustan los looks boho, no faltará en tu armario un sombrero o un vestido largo de flores. Con el interiorismo sucede lo mismo; hay elementos de mobiliario o decorativos que van asociados a una determinada forma de entender la decoración. Si te gusta un estilo concreto, estudia cuáles son sus piezas clave y hazte con algunas de ellas.
- Crea una base neutra con básicos y dale personalidad con los complementos. Un vaquero y una camisa blanca cambian completamente si los llevas con zapatillas o si te calzas unos buenos stilettos. Con la decoración pasa lo mismo; los básicos te dan mucho juego a la hora de variar el estilo de tu casa. Un sofá gris y un mueble de TV de madera clarita, por ejemplo, pueden formar un salón nórdico si añades una alfombra Block y algunos cojines de estampados geométricos. En cambio, puede ser un conjunto mucho más romántico si optas por una alfombra monocroma y cojines con dibujos de pájaros o flores.
- Siguiendo con los básicos, invierte en ellos la mayor parte de tu presupuesto. Los básicos son tu «fondo de armario», tardan años en pasar de moda y estarán mucho más tiempo contigo. Hazte con piezas de buena calidad y no te arrepentirás. Mesas de madera maciza, aparadores de líneas rectas… son tus grandes aliados a la hora de crear ambientes duraderos y versátiles.
- Si vas a invertir mucho en una única pieza, hazlo en algo que sea reconocible o se revalorice en el tiempo. Si vas a gastar mil euros en un bolso, seguro que apuestas por un diseño fácilmente identificable, poco copiado y atemporal. Haz lo mismo con los muebles. Una estantería String, por ejemplo, no pasa de moda, cualquiera puede reconocerla y no se conocen versiones «inspiradas».
- Cada silueta requiere un tipo de prenda y cada espacio un tipo de mueble. Seguro que has estudiado tu figura y sabes qué tipo de ropa es la que mejor disimula tus defectos y potencia tus virtudes. Haz lo mismo con tu casa. Es mejor admitir las limitaciones de tu salón y decorar en consecuencia, que empecinarse en colocar determinados muebles que no son los más adecuados al espacio o la luz que tienes.
- Los estampados, mejor en pequeñas dosis. Seguro que no te pones un pantalón de rayas con una camisa de flores y una chaqueta de cuadros. Hay veces que esas combinaciones están llenas de estilo, pero hay que saber llevarlas y estar preparado para arriesgar. Si quieres ir a lo seguro, añade los estampados en pequeñas dosis, sin sobrecargar.
- Mezcla prendas low cost con ropa o complementos de firma para un look más sofisticado. Llamarás la atención sobre la pieza estrella y la gama baja pasará desapercibida. Lo mismo sucede en decoración. Si consigues además que la pieza low cost tenga un aspecto de calidad y se aleje de los «mainstream» que todos tenemos en mente, éxito asegurado.
- Ropa de otra temporada, sí. Pasada de moda, ni hablar. Una cosa es reciclar prendas de otra temporada y otra muy distinta ponerse cosas que están claramente pasadas de moda. Con nuestras casas pasa lo mismo. Si cada año le damos un repaso a nuestro armario, deberíamos hacer lo mismo con nuestros hogares. Cambiar los textiles, los jarrones o tu vieja butaca por un sillón de diseño más contemporáneo no cuesta mucho y hace que tu casa esté siempre a la última.
- No te lo pongas todo. Por mucho que te gusten las joyas y por bonitas que sean todas las de tu colección, seguro que no te pones tu collar más deslumbrante con tus pendientes más grandes, todas tus pulseras y un anillo en cada dedo. Salvo que seas la reencarnación de la mismísima Sara Montiel, optarás por llamar la atención sobre un punto concreto. Haz lo mismo en tu casa. Que cada estancia tenga su joya. Puede ser un sillón vintage, un aparador clásico, un espejo barroco, un cuadro de gran formato, una alfombra persa… pero no todo eso junto.
- Para terminar, date algún capricho. Las rebajas son una buena oportunidad para hacerte con básicos, pero no se te ocurriría dejar en la tienda un pantalón que te sienta como un guante y pasar la temporada con los dedos cruzados para que no se agote ¿no? Pues con tu casa pasa algo parecido. No está mal darse un capricho de vez en cuando. La decoración, como un pantalón bonito, también puede hacerte feliz.
Así que ya sabes, si te enfrentas a la decoración de tu casa, piensa un poco en ti misma, date una vuelta por tu armario y reflexiona sobre cómo actúas cuando te vistes. Eso te dará un montón de pistas a la hora de decidir el estilo que quieres para tu casa y elegir las piezas adecuadas. Y si tienes dudas, ¡aquí nos tienes!